Pegado en la pared

Y me fui directo a los PUROS

En este post, deseo comparir un poco de la cultura del puro que he podido adquirir


Los cigarros (Habanos, los confeccionados en Cuba y Puros los elaborados en los demás países del mundo) son un producto agrícola, ciento por ciento natural. De allí su pureza, su sabor inimitable y diferenciado, pues está ligado a la tierra, y su costo, pues se cultiva en pequeñas extensiones y se construye a mano.

Para la elaboración de un cigarro se utilizan dos tipos de planta de tabaco. Para simplificar la explicación usaremos la nomenclatura transmitida por la cultura cubana. Esas dos plantas son el Corojo (del que se saca la capa) y el Criollo (que provee las hojas con las que se confeccionará la tripa y el tirulo o capote).

El Corojo (en el dibujo) exige un cultivo especial y costoso. Debe ser protegido del sol directo, de los vientos fuertes y de las plagas, y por ello se planta tapado, cubierto, por lonas o tendidos de algodón. Cada planta de Corojo produce unas quince o dieciséis hojas grandes, que sometidas a un proceso especial de conservación y secado, se volverán marrones, se secarán sin dejar de ser elásticas, y servirán para dar apariencia a un cigarro. De cada hoja grande se suele sacar dos capas. La capa tomada del Corojo es el traje con el que se viste el habano.

Cuando el cigarro es cubano, la capa, es decir, su hoja externa, es también es cubana. Cuando el cigarro es un puro, las capas más famosas suelen ser importadas de Connecticut, Ecuador, Costa Rica, Dominicana, Nicaragua, México, Indonesia y Camerún.

Las hojas del tabaco adquieren, según su ubicación en la planta, diferentes tipos de aromas y funciones. Las de abajo, de las zonas inferiores de la planta, tienen menos aroma pero son muy buenas para asegurar la combustión del cigarro. Las hojas intermedias producen un tabaco seco, de aroma sutil pero suave, y las de arriba, las ubicadas en las capas superiores, son las de mayor concentración aromática. Los aromas cambian de variedad en variedad y de terreno en terreno.

Después de ser plantada a mano, también a mano se cosecha el tabaco. En el período de desarrollo y crecimiento, cada planta es inspeccionada más de cien veces por los cultivadores, que en Cuba se llaman vegueros. Las hojas altas, intermedias y bajas se cosechan en diferentes momentos, razón por la cual una zafra se realiza durante más de un mes.

Una vez cortadas, las hojas son colgadas y aireadas mientras se secan. Este proceso, denominado cura al aire, puede durar unas ocho semanas. En ése tiempo las hojas pierden su clorofila y cambian de verde a marrón. Se procede entonces a la fermentación de las hojas para que pierdan acidez. Esto se logra haciendo expulsar las resinas vegetales contenidas en la hoja. Cada marca utiliza estilos y tiempos diferentes en fermentación. En algunos casos y aunque esto es un secreto de cada compañía, se afirma que algunas capas de puros muy costosos llegan a tener hasta diez años de guarda en fermentación.

Cuando las hojas están en condiciones óptimas de manipulación prevista por el fabricante del portafolio de estilos de la marca, éstas son enviadas a la factoría para su clasificación y uso en la confección a mano de los puros y habanos.



Como lo hemos explicado, no pocas veces, la industria en lugar de hacérselo fácil le complica la vida a quien disfrute con simplicidad busca. "Estoy liado" confiesa con gracia Ramón desde España, y como él, otros nos consultan desde Caracas, Mérida, San Cristóbal y Puerto Ordaz.

Estas son las respuestas a las preguntas de ése grupo de internautas:

¿Habano y puro es la misma cosa?
Para el que observa sí, pero para el consumidor no. Habanos son los cigarros que se hacen en Cuba, Puros los demás, fabricados como en Cuba artesanalmente y con hojas puras de tabaco en Dominicana, Honduras, Nicaragua, México, Jamaica, Brasil, Venezuela, Estados Unidos, Islas Canarias, Sumatra). La palabra "Habano" significa una denominación de origen similar a la de Champagne en vinos.

¿El Cohiba es un habano reciente?
Sí, se creó en 1968. La palabra significa en lenguaje nativo "tabaco". Puedes encontrar más información sobre este habano en la sección de Cata.

¿Cuál es el mejor puro para comenzar si no soy un experto?
Los puros suelen ser más suaves que los habanos. Si le encanta la fuerza de un habano, un puro de Dominicana, por ejemplo, le parecerá muy débil. Hay que probar. Quien desee iniciarse en la cultura del puro no se aferra a una sola marca de un solo país, en un solo formato, por el resto de su vida. Por el contrario, navega y prueba el abanico de las mejores posibilidades a su alcance. Como ocurre en el mundo de los vinos, las marcas famosas van de lo bueno a lo extraordinario, pero son costosas.
Una pésima manera de comenzar es encender algo muy barato. Pruebe lo bueno.

¿Son caros los humidores?
Sí. Al principio no se necesita tener uno. Compre y consuma, no guarde. Necesitará el humidor para guardar, cuando tenga más de 20 cigarros y necesite sacarlos de la caja para evitar que se sequen. El tabaco mantiene su elasticidad entre los 16º y 18º, con una humedad relativa entre el 70 y 72%.

¿Son buenas las guillotinas tipo bala?
Eso es un punzón, no una guillotina. Hay tres tipos de corte: corte circular alrededor de toda la cabeza (guillotina), incisión en forma de V o en hendidura (cortapuros) y perforación de un orificio tipo bala en la cabeza del cigarro (punzón). Si está comenzando, el corte circular completo que le brinda una guillotina es el que mejor le asegurará un "buen tiro" o combustión.


La primera hoja de tabaco que uno ve en un puro o en un habano, es la última de un largo y complicado proceso artesanal. Saber seleccionarla, tratarla y armarla no sólo requiere pericia, sino también sensibilidad.

¿Hacerlo mal significa arruinar el cigarro? Sí.

Por eso cuando el supervisor del armado no está satisfecho, la hoja de capa vuelve a quitarse para instalar una nueva y así salvar la obra de arte que es la confección a mano de un tabaco.


Así como hay modistos que a las modelos visten para que seduzcan al auditorio, en el mundo de los habanos los especialistas en capas llevan doscientos años adelantando con su arte el gozo de los enterados.

Ponerle a un cigarro su capa es un trabajo difícil. Que algunos expertos en el Caribe ejecutan en menos de cuatro minutos. Haga click sobre la imagen y observe, en la secuencia de fotos que Jim Daniels realizara en la factoría de La Flor Dominicana de Litto Gómez e Inés Lorenzo, cómo se realiza el proceso.

Las capas, la hoja que se ve y que por tanto viste a los habanos y puros, provienen de pocos países en el mundo. La capa u hoja exterior puede ser la más cara o la más delicada en un cigarro, y en muchos casos es adquirida por el fabricante de la marca a un proveedor distinto del resto de su puro, o incluso a un proveedor exterior.

El nuevo aficionado a los puros y habanos advertirá no pocas veces cómo algunos de los veteranos en esa degustación desprenden la anilla que identifica la marca antes o tan pronto enciende su cigarro.

Si Ud. lo interroga sobre el porqué de su acción le responderá que aprendió a hacerlo porque "siempre se hizo así entre los conocedores". O porque no desea "hacer ostentación con la anilla" sobre la calidad y el costo de lo que él fuma.

La tendencia de desprender la anilla comenzó en el siglo XIX en Inglaterra, cuando se consideró de mal gusto y ostentación, mostrar la marca de lo que se estaba fumando. Si bien es cierto que a muchos fumadores les encanta que los demás se enteren de lo que disfrutan, éstas son razones para recomendarle que no desprenda la anilla:

• Certifica la identidad del producto. A nadie se le ocurre pedirle al mesonero que le desprenda la etiqueta del vino que está degustando para que en el restaurante nadie se entere de lo que Ud. escogió.
• Permite identificar el cigarro, saber de dónde proviene y diferenciarlo de las imitaciones que a cada rato enfrentan las marcas más costosas.
• La anilla permite decidir cuándo se desea dejar de fumar. Si de elegancia se trata, no hay nada mas poco glamoroso que observar a una persona tratar de fumarse hasta los dos últimos centímetros de un cigarro. La anilla está ubicada usualmente en la mitad del tercer y último tercio del producto, momento en que la combustión convierte al habano o puro en menos perfumado y más amargo. Ese es un buen momento para dejarlo.
• Para los que recién comienzan, la anilla le indica en los formatos donde la cabeza y el pie son similares, cuál es el extremo que debe llevarse a la boca.
• Mantienen la capa unida, cerrada, segura. Permiten además que los adictos de una marca se identifiquen entre ellos, y llaman la atención sobre cigarros que uno no conoce y sobre los que puede interrogar a quien lo está degustando con una anilla que nos ha llamado la atención.
• Lo más usual hoy es desprender la anilla cuando se está llegando al final de la degustación, y la goma vegetal que une los extremos de la anilla se ha calentado permitiendo su desprendimiento. Abiertas, las anillas son objeto de colección y exhibición, como lo hacen los amantes del vino con las botellas que han descorchado.
• La anilla no es la vitola. Vitola es la dimensión técnica y universal del cigarro, mientras que la anilla es una creación personal, sin restricciones ni limitaciones de colores, estilos y relieves, que un fabricante selecciona para su producto.

Los cigarros de calidad mantienen armonías de degustación con los whiskys añejos (12, 18 y 21 años), pero hasta ahora quien intentaba disfrutar al mismo tiempo de ambas cosas, tenía que estar pendiente de los detalles y cargar con todas las herramientas necesarias para estos lujos compartidos.

Para un servicio perfecto, nueve son los instrumentos necesarios. Tome nota. Para el cigarro: guillotina, encendedor o fósforos largos de madera, ceniceros grandes para un Churchill o un Doble Corona, ceniceros más pequeños para los Robustos o las Panetelas. Para el whisky añejo de calidad superior: vaso corto pesado y elegante, hielera a la mano pues un trago de esta calidad no se puede ahogar con cuatro cubitos como si fuera un long drink, y los correspondientes posa-vasos y bandejas.

La marca escocesa Chival Regal de 18 años ha sido el primero en detectar la necesidad, tomar la iniciativa y salir a satisfacer a los amantes de los puros y habanos en restaurantes, clubes nocturnos y en los bares de los hoteles de renombre. Así como en Londres y otras capitales del mundo, también ahora lo están haciendo con éxito en Caracas.

Chivas 18 confió a diseñadores ingleses la creación de los nueve instrumentos necesarios para degustar con el rito necesario grandes cigarros, y al mismo tiempo escanciar un whisky añejo. La Chivas Brothers creada en 1801 en Keith, Escocia, elevó así la elegancia de una rutina de conocedores, y resolvió al mismo tiempo una falla frecuente en bares y restaurantes. Con una sonrisa a flor de labios, los amantes de los puros y habanos aplauden la iniciativa.

La prisa convertida en urgencias y estrés, y las ganas de seducir en una sociedad cada vez mas de solitarios, han puesto de moda, como antídoto, la pausa. Por eso la onda que ya llegó y diariamente gana adeptos es la del redescubrimiento del puro y el habano. Su auge no tiene que ver con el tabaco, sino con el uso del tiempo.

Intelectuales y hombres y mujeres libres han respondido a cada prohibición, regulación o satanización de las costumbres sociales, creando bolsones de resistencia. Generando cofradías de acólitos. Brigadas de solitarios que dicen no. Y clubes informales de solidarios partidarios del rescate de la decisión personal de vivir a plenitud. Por ellos, la cultura de los puros y los habanos (puros producidos exclusivamente en Cuba) está en auge.

Para acompañar la tendencia, el Oporto ya descubrió sus armonías con los puros y habanos. Sirven los Tawnys añejos, como el Barros 10 años, o sus vintages. También los añejos de fama de casas como Ramos Pinto, Sandeman y Ferreira, que el internauta puede conseguir en Venezuela.

El champagne francés, que no el vino de Cava, va bien aunque con cierto esfuerzo con los cigarros. Obviamente allí no hay espacio sino para las botellas de Brut (es decir seco), no muy perfumadas. Si el champagne es muy delicado y floral, el sabor del habano se lo lleva. Destacan aquí las búsquedas de Veuve Clicquot para exaltar compatibilidades con puros como Davidoff.

La tercera corriente de armonía novedosa entre puros y habanos con botellas es la del whisky blended de lujo y los singles malts de Escocia. Entre los blended destacan los logros de Chivas 18, Etiqueta negra 12, Buchanan´s 12 y The Gordon Highlanders. Entre las botellas de single malt las más buscadas son Glenfiddich 12 y 30 años, Glenlivet 12, Glenmorangie 18, y Balvenie.

La cuarta corriente de armonía la forman el Coñac y Armañac de Francia, y los brandys españoles de más de 10 años. Para satisfacción de los caballeros y desconcierto de los prohibicionistas, eso se sabe desde 1900, cuando Jules Robin embotelló por primera vez coñac. Acto seguido, se supone, celebró su osadía con un puro.


El formato de un puro está determinado por su grosor, llamado cepo, y por su longitud. El cepo es una medida del fabricante similar a una talla de confección. Surge del grueso del cigarro multiplicado por 64 partes de una pulgada. Estos son los tamaños más preferidos en el mundo, sus diferencias y características: Corona, Robusto, Churchill y Presidente.

Se fuma entre 30 y 45 minutos.
Es de tamaño medio, de 14 centímetros de largo y por ello muy clásico. Su preferencia comenzó a ser disputada en la segunda mitad de este siglo por el "Robusto", que se explica a continuación. Su cepo es de 42.

Se fuma entre 25 y 40 minutos.
Su nombre proviene de su forma, que siendo de un centímetro o dos menos que un "corona" es más robusta que éste pues tiene un cepo que oscila entre el 48 y el 54. En Europa también se le llama Rothschild, debido a que fue el barón quien lo popularizó. Implica fuerza, seguridad.

Exige unos 45 minutos para ser fumado Tiene unos 18 centímetros de largo y un cepo de 48. Debe su nombre a Winston Churchill, quien se aseguraba los fumaba constantemente (hasta los primeros dos tercios), a lo largo de toda su vida. Implica distinción, fuerza y poder.

Se necesita una hora y media para fumarlo adecuadamente y es por tanto un puro de homenaje y celebración que se fuma solo en grandes ocasiones Su longitud oscila entre los 21 y 26 centímetros y su cepo entre los 52 y 64. Implica clase y riqueza.